lunes, 23 de diciembre de 2013

Agarrarse a las alternativas que tenemos

En nuestro anterior post hablábamos de que existen alternativas a la subida de la luz. Curiosamente escribimos ese artículo antes de toda la polémica que se levantó la semana pasada en torno al resultado de la última subasta de la luz, que arrojó una subida a partir de enero del 10,5% para el consumo doméstico o, lo que es lo mismo, para más de 14 millones de hogares y dos millones de empresas, pymes principalmente. 

Aunque el Gobierno reaccionó con celeridad para anunciar una investigación de la subasta que finalmente terminó en su anulación, lo cierto es que en las declaraciones del ministro Soria de días antes existía cierta ambigüedad sobre cómo podría quedar el coste energético para el próximo año. Literalmente el Ejecutivo aseguró que "en ningún caso" la luz subiría "más del 12%", que era la demanda que hacían las grandes compañía eléctricas para liquidar el déficit de tarifa de 2013 (valorado en 3.600 millones de euros). 

Y, en efecto, el Ejecutivo cumplió su palabra, aunque el resultado se consideró inaceptable al suponer un aumento inasumible del coste de la vida para millones de personas y empresas. 

Por ahora, queda esperar a que el viernes el ministro de Industria dé cuenta del nuevo sistema que servirá para fijar los precios de la luz, al considerar que el actual no es el más adecuado. Sin embargo, la patronal energética ya ha dejado caer que la reacción del Gobierno obedece más a un intento de evitar la furia de la opinión pública que al hecho de que se hubieran producido irregularidades en la última subasta. 

Lo que está claro es que cada vez gana más fuerza la apuesta por alternativas que reduzcan la dependencia energética de España, ya que es esa dependencia la que, a fin de cuentas, encarece la factura y lo que provoca esos grandes sustos después de cada subasta eléctrica. 

Además, estas fricciones y anomalías no se entienden en un país en el que las energías renovables y, especialmente la eólica, ya se sitúan arriba de todo en la producción energética nacional. De hecho, la eólica cerrará 2013 como la primera fuente energética. ¿Acaso no es esto una realidad a la que podemos y debemos agarrarnos?

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