martes, 20 de agosto de 2013

Esto va de fracking...

Mientras Obama pide que se instalen paneles solares en La Casa Blanca con el objetivo de mejorar la eficiencia energética de las instalaciones, las grandes corporaciones estadounidenses han perforado ya, mediante la técnica del fracking, más de 50.000 pozos solo en Estados Unidos y presionan para extender esta práctica más allá de sus fronteras. En Europa, países como Francia, Bulgaria, Irlanda, Rumanía, Chequia, o algunos estados alemanes, ya han declarado moratorias o prohibiciones a esta técnica. En otros, como en España, se cambia la legislación en conformidad con las organizaciones que la promueven.

El fracking es una técnica de fracturación hidráulica que extrae el gas de forma no convencional mediante la fracturación de la roca madre, lo que provoca que el gas ascienda hacia la superficie a través del pozo. Sus consecuencias en el medio ambiente ya calificadas de alarmantes, son desde contaminación de las aguas superficiales y subterráneas,  contaminación del aire, alteraciones paisajísticas y del terreno, contaminación de los suelos, hasta riesgo sísmico, pasando por otras ya identificadas por grupos como Greenpeace.

Por otro lado, los defensores de esta práctica  nos hablan de que esta es una energía segura, continuada, asequible y cuyas emisiones de carbono son inferiores a las emitidas por el carbón y el petróleo. Es precisamente esto, la reducción de emisiones de CO2 el pilar donde se sustenta la defensa de la práctica del fracking:

“Según el informe de la Comisión Europea “Hoja de Ruta de la Energía para 2050", el gas es un actor clave en la transición hacia una economía baja en carbono y un sistema energético más sostenible. La sustitución del carbón y del petróleo por el gas es necesaria si queremos reducir las emisiones de gas de efecto invernadero de aquí a 2030” (Shale GasEspaña)

Ahora el debate está abierto: economía, energía y ecología centran una batalla difícil de resolver. Necesitamos energía y barata pero también sostenible.

La energía eólica, apuntan los analistas, es hasta cuatro veces más eficiente que el fracking ya que sus costes operativos y de mantenimiento y la vida útil de un parque eólico es mayor que un pozo de fracking. Y gracias al sol obtenemos energía eólica, undimotriz, hidráulica, geotérmica, fotovoltaica y térmica.

¿Por qué seguir entonces arañando energía de los combustibles fósiles cuando podemos evolucionar hacía un modelo más sostenible? ¿Es realmente tan dañino para el planeta, la práctica del fracking, cuando no hay estudios concluyentes al respecto?

Economía, energía, ecología….

Para saber más, es recomendable esta web donde podréis ver paso a paso como se realiza la extracción de gas por fracking Fracking, la fiebre del gas” 

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